La gente de Dolores muestra su solidaridad y les abren las puertas de sus casas a las familias que acompañan a Graciela y Silvino Báez Sosa, a poco menos de 24 horas de que se dé a conocer el veredicto por el crimen de su hijo.
Vecinos de Dolores asisten ofreciendo alimentos y hospedaje a visitantes que llegaron a la ciudad para acompañar a los padres de Fernando Báez Sosa en la sentencia del juicio por el crimen de su hijo.
A pocas horas de que se dé a conocer la sentencia, los tribunales de Dolores, se encuentran vallados a la espera que se de a conocer el veredicto por el crimen de Báez Sosa.
Sobre una de esas vallas, hay un pequeño santuario con imágenes de Fernando acompañadas del pedido de Justicia, junto a carteles y flores que fueron dejando las personas que se acercaron durante las tres semanas en las que se desarrolló el debate.
Una de ellas fue Graciela Arce, una mujer del barrio porteño de La Boca que llegó a Dolores el pasado 2 de enero para acompañar a Graciela y Silvino durante el juicio y se quedó hasta la fecha.
“Me motivó estar con ellos por la forma que perdieron a su hijo, de una manera tan atroz. Cuando escuché a Graciela hablar, realmente me conmovió. Estaban destruidos los dos”, aseguró la mujer a a los medios que se encuentran en el lugar.
Arce señaló que siempre estuvo a disposición de los padres de Fernando y que diariamente prende una vela frente a las ofrendas que la gente dejó en las vallas del tribunal.
“La gente se desvía de su camino para pasar por acá. Hace rato vino una mujer que volvía desde Mar del Plata y dijo que tenía que pasar por acá”, añadió.