La joven polaca Julia Faustyna ha generado gran atención mediática al afirmar en redes sociales que podría ser Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en Portugal en 2007 a los 3 años de edad. Aunque las autoridades y la familia McCann trataron de mantener cierta cautela al respecto, los medios de comunicación siguieron la noticia con gran interés en todo el mundo.

Ante la insistencia de los medios y de la familia de Madeleine, la supuesta madre biológica de Julia ha rechazado hacerse la prueba de ADN que permitiría verificar la veracidad de su afirmación.
Según su representante, la mujer considera que ya posee suficiente documentación que confirma la identidad de su hija y que hacerse el análisis no es necesario. Sin embargo, la negativa ha generado sospechas y críticas en diferentes sectores.
En declaraciones a distintos medios, la representante de Julia ha explicado que están tratando de convencer a algún miembro de la familia de la joven para que se haga el análisis y se pueda esclarecer la situación.
A pesar de ello, han tratado de ser respetuosos con la familia McCann y su privacidad, evitando causarles más dolor en un momento ya de por sí difícil.
Los padres de Madeleine McCann han accedido a hacerse la prueba de ADN, pero también se requiere que un miembro de la familia de Julia se haga el análisis.
La situación también ha generado controversia debido a las implicaciones emocionales y psicológicas que puede tener para la propia Julia y para la familia que la ha criado, así como por la posibilidad de que se trate de una broma o un engaño.
La desaparición de Madeleine
Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007, mientras estaba de vacaciones con su familia en Praia da Luz, un complejo turístico en el Algarve portugués. La niña británica tenía tres años en el momento de su desaparición.
Sus padres, Kate y Gerry McCann, habían dejado a Madeleine y sus hermanos mellizos durmiendo en su apartamento mientras salían a cenar con amigos en un restaurante cercano.
Los padres se turnaban para comprobar regularmente a los niños, pero cuando Kate McCann fue a comprobarlos alrededor de las 22:00, encontró que Madeleine había desaparecido.
La desaparición de Madeleine McCann fue inmediatamente considerada como un secuestro, y la policía portuguesa y las fuerzas de seguridad británicas iniciaron una búsqueda intensa.
Se ofreció una recompensa de 2,5 millones de libras por información que condujera a su retorno seguro.
A pesar de numerosas pistas y avistamientos, y de la participación de miles de personas en la búsqueda, la niña nunca fue encontrada.