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martes, 10 septiembre, 2024
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Ciegos que señalaron caminos: Jonathan Swift

Como lo fue el italiano Giovanni Papini desde los 54 años, época en la que le dictó a su nieta, el libro “El Diablo”.

Y careció de visión, en las últimas décadas de su vida, el español Benito Pérez Galdós, de cuyos libros se hicieron dos famosas películas españolas, “Nazarín”, dirigida por Luis Buñuel, y también “Marianela”.

No querría extenderme mucho. Pero ¿no sería injusto denominar como discapacitado al francés Louis Braille, que perdió su visión a los 3 años?.

Fue un ciego que señaló caminos, al dar a hombres no videntes, la posibilidad de leer, mediante un ingenioso sistema que hoy lleva su nombre.

Y para los que dentro de ellos, poseían alguna aptitud musical, Braille creó un pentagrama. Ese pentagrama posibilitó que un ciego de enorme talento, Joaquín Rodrigo, que fue su propio maestro, pudiera crear una melodía que denominó “Concierto de Aranjuez”, con la que enriqueció el acervo musical de la Humanidad, confirmando que si bien no hay hombres inmortales, hay obras inmortales.

Otro no vidente, fue el físico sueco Nils Dalen, que con solo 42 años obtuvo el Premio Nobel de Física.

Dalen inventó, en 1942, un método de iluminación intermitente para los faros. Las costas suecas, rocosas, producían frecuentes accidentes. Su método ayudó a salvar numerosas vidas. Es cierto que el anochecer del ciego no tiene aurora, y para él, cada nuevo día es una nueva noche. Pero también es real, que muchos hombres de visión perfecta, pudieron caminar normalmente. Pero avanzaron sin ver.

Los hoy mencionados y muchos más pudieron ver, sin mirar.

Lograron sobrepasar sus propias sombras. Fueron verdaderos iluminados, que lograron combatir -y vencer- la oscuridad.

Estos ejemplos de seres talentosos no videntes, que “vieron” con mucha más claridad que otros con vista normal, son la demostración más acabada, que muchos discapacitados o “diferentes”, en cualquier sentido, pueden enseñarnos algo e incluso, superarnos.

Por lo cual, todo menoscabo, por cualquier circunstancia física, es sencillamente, aberrante.

De quienes los desvalorizan por insensibilidad, por frialdad o por estupidez, diría que estos son los verdaderos discapacitados, que siempre ignoran que lo son. Porque sólo los ciegos mentales, discriminan a los hombres, por sus carencias

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