CÓMO MARCHA LA VENTA DE SOJA Y MAÍZ CON LOS MEJORES PRECIOS EN CASI UNA DÉCADA

En plena cosecha gruesa, la comercialización interna de ambos gana impulso con los mejores precios en 8 años. Del maíz ya se vendió casi la mitad de la producción, pero la de soja está por debajo de los niveles de 2020

Por Juan Martín Melo

La sostenida racha alcista de los precios internacionales de la soja y el maíz es un alivio para el país: genera movimiento económico interno y un jugoso ingreso de divisas, unos USD 10.000 millones, a través de ambos complejos exportadores. Pero para que la expectativa se realice, el primer paso es la comercialización interna, en la que el productor vende su producción.
Por eso, a algunas semanas de haber comenzado la campaña comercial de estos granos y teniendo en cuenta los incentivos y las limitaciones que pueden tener los agricultores o empresas a la hora de desprenderse de su cosecha por la incertidumbre económica, la brecha cambiaria, la inflación o la alta presión impositiva, se vuelve necesario un primer análisis sobre cuál es el ritmo de comercialización y qué se puede esperar para los próximos meses.
Según un informe de la consultora AZ Group al que accedió Infobae, la comercialización de maíz es la que lleva mejor ritmo. La cantidad de grano comprometido de la campaña 2020/21 alcanzó las 22,6 millones de toneladas, unas 300.000 toneladas por debajo de lo registrado a la misma altura del año pasado. Pero si se toman los negocios que se realizaron con precio hecho y con precio fijado, el volumen comercializado ya alcanza las 18,4 millones de toneladas, versus 17,4 millones en el mismo lapso de la campaña anterior.
Si se toma en cuenta la estimación de producción de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) de 50 millones de toneladas para esta campaña, ya se comprometió el 45,2% de la cosecha, casi al mismo nivel que el año pasado (44,5%). Pero si solo se toma los negocios con precio hecho o ya fijado, la cantidad vendida representa el 36,8% de la producción total estimada contra el 36,3% del ciclo anterior.

Cereal activo

Los autores del informe, Jeremias Battistoni, Sebastián Salvaro y Carlos Pouiller, indicaron que “actualmente el productor de maíz está muy activo en la comercialización del cereal y genera el mercado de mayor volumen de operaciones” a raíz de “las buenas cotizaciones y para eludir el riesgo de aumento de retenciones o de restricciones a la exportación”.
“Los agricultores avanzan sobre ventas de grano disponible y para la posición Julio dejando abierta alguna ventana a la suba con compra de calls. Muchas ventas de maíz tienen como destino la compra de insumos aprovechando la buena relación con la atrazina, el glifosato y el gasoil. Otros están buscando cerrar alquileres, en el entendimiento que aumentarán con el avance del almanaque”, agregaron.
En cuanto a la soja, la comercialización viene más lenta y por detrás de los niveles exhibidos el año pasado. En este caso hay que tener en cuenta dos variables que influyen en la comercialización, sobre todo si se la compara con la del año pasado: en primer lugar, la campaña fue sumamente afectada por la falta de lluvias y se presume más de 5 millones de toneladas por debajo del ciclo anterior hasta las 45 millones según la BCR, aunque a medida que avancen las cosechadoras, ese número puede seguir cayendo. Y en segundo término, cabe mencionar el fenomenal retraso de la cosecha, que se ubica 35 puntos porcentuales con respecto a los progreso registrados en la trilla 2019/20.
Así, la cantidad de mercadería comprometida al 21 de abril según la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios era de 15,5 millones de toneladas, un 34,4% de la cosecha esperada, mientras que a la misma fecha del año pasado se habían negociado 20,26 millones, o sea, el 40% de la campaña anterior. De ese total se vendieron con precio 8,2 millones de toneladas (hecho y ya fijado), por debajo de los 10,7 millones del ciclo previo. Este volumen significa 19% de la cosecha total versus el 22,5% del año pasado.
En este sentido, remarcaron que “la conducta de los productores sería consecuencia de la tendencia alcista que muestra el producto en las últimas semanas y de que los productores lo consideran resguardo de valor a lo largo del año. Se sabe, además, que el mercado de la oleaginosa tiene menos riesgo de intervención que los de los cereales” y agregaron al respecto que “quienes venden, lo hacen para pagar canjes y forwards o para adquirir glifosato y gasoil, que aumentaron menos que la soja”.

Fuente: Infobae