Será este viernes 7 AM en la estación Lacroze y a las 17 PM en Once.
En medio de un contexto de creciente descontento por el aumento desmedido de los precios del transporte público, estudiantes, trabajadores del subte y diversas asambleas barriales se unen en un nuevo llamado a la acción: el segundo molinetazo contra el tarifazo del subte en Buenos Aires.
La convocatoria, programada para este viernes, tendrá lugar en dos momentos clave del día: a las 7 de la mañana en la estación Lacroze de la línea B y a las 17 horas en la estación Once de la línea A. Este llamado a la protesta coincide con la realización de una audiencia pública convocada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que muchos consideran una mera formalidad sin resolución efectiva, ya que el aumento del pasaje del subte estaría prácticamente decidido.
El incremento propuesto por el Gobierno porteño llevaría el costo del pasaje a un asombroso $757 en junio, lo que representa un aumento del 505%. Este panorama ha generado un fuerte rechazo entre los usuarios del transporte público, que ya se ven afectados por un contexto de salarios estancados y precios en constante alza.
La iniciativa de este segundo molinetazo ha logrado una mayor unidad entre distintos sectores sociales, con la participación activa de trabajadores del subte, asambleas barriales, la agrupación Bordó como parte minoritaria del secretariado de la AGTSyP, así como también centros de estudiantes como Unidos x la Cultura.
Para muchos manifestantes, esta acción no solo busca visibilizar el descontento ante el tarifazo, sino también denunciar la falta de inversiones y mejoras en el sistema de transporte subterráneo. Claudio Dellecarbonara, representante sindical, ha enfatizado la importancia de seguir exigiendo mejoras integrales en el servicio, incluyendo la desestatización, el cambio de flotas y la reducción de la jornada laboral para los trabajadores del subte.
Desde el ámbito estudiantil, Luca Bonfante, miembro del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, ha destacado la relevancia de esta medida como una forma de amplificar las voces de aquellos que ya están siendo afectados por los altos costos del transporte público. Según Bonfante, el aumento indiscriminado de las tarifas pone en riesgo la accesibilidad a la educación y a otros servicios básicos para gran parte de la población.