Tras el encuentro disputado en cancha de Paraná, una veintena de hinchas de ambos clubes protagonizaron una batalla campal sobre calle Necochea. Piedras, palazos, golpes y patadas, en un enfrentamiento “mano a mano” que duró algunos minutos hasta que llegaron los efectivos policiales.
Tras la inicial intervención que llevaron adelante los policías abocados al operativo, se sumaron al instante varios patrulleros de refuerzo para separar a los grupos. Incluso varios dirigentes de los clubes trataron de calmar los ánimos, con poco éxito.
El partido que enfrentó al puntero (Paraná) con el escolta (La Emilia) transcurrió por los carriles normales. Se jugó fuerte, pero leal. No había clima ni adentro ni afuera que hiciera prever la barbarie que se vio una vez que salieron los hinchas.
En la ya fatídica cuadra de Necochea (entre Alem y Rivadavia) los visitantes, que ya se habían retirado por calle Alem, volvieron tras sus pasos y avanzaron hasta cruzarse con los primeros locales que salían de la cancha por el portón principal de Rivadavia y Necochea, produciéndose la batalla campal que se observa en las imágenes.
De acuerdo al informe policial, no fue necesario utilizar ningún elemento disuasivo ni antitumulto. Tampoco hubo reportes de hinchas heridos ni daños, así como también resultaron ilesos los efectivos policiales que intervinieron para separar a los dos bandos.
Mientras tanto, se vivieron momentos de desesperación dentro de la cancha, ya que no se sabía a ciencia cierta qué era lo que sucedía afuera, y había decena de familias y chicos en la cancha. Un final lamentable.