En la segunda semana del mes de agosto se detectaron 98 focos de calor en territorios del Delta del Paraná. Se trata de un valor elevado cuando se lo compara con la semana previa, donde se detectaron 28 focos. El día de mayor actividad fue el sábado 12, con 32 focos de calor relevados.

De la redacción de EL NORTE
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De acuerdo a la información relevada por el Museo Scasso, en la segunda semana del mes de agosto se detectaron 98 focos de calor en territorios del Delta del Paraná. Se trata de un valor elevado cuando se lo compara con la semana previa, donde se detectaron 28 focos.
El día de mayor actividad fue el sábado 12, con 32 focos de calor relevados.
Se distribuyeron frente a Oliveros, San Pedro y, la mayor parte de Puerto Ibicuy hacia el sur, en jurisdicciones de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires.
Entre las áreas protegidas, hubo focos en el Ramsar Delta del Paraná, la Reserva de Biósfera homónima y el AICA 197.
En lo que va de 2023 se registraron 9859 focos de calor. Y desde el mes de marzo se detectaron más focos que en 8 de los 11 años previos.
Para elaborar sus informes, el Museo Scasso utiliza información procedente de satélites de vigilancia.
Sin la intensidad de los tres años anteriores, pero con una superficie quemada que no deja de ser alarmante, en lo que va de 2023 ya se incendiaron unas 138.642 hectáreas (1.386 kilómetros cuadrados) en el Delta del río Paraná.
Desde que comenzó la gran bajante del Paraná a mediados de 2019, las quemas en zonas de islas afectaron una porción gigante de este ecosistema, con su pico máximo durante 2020 cuando hubo cerca de 40 mil focos de calor, seguido de unos 15 mil focos en 2021 y de 26 mil el año pasado, siempre según los registros del Museo Scasso.