14.5 C
San Nicolás de los Arroyos
sábado, 27 julio, 2024

Edición N° 4849

Insólito: llevó a su amiga a juicio porque no le quería devolver el perro

Una argentina decidió viajar a Europa, dejó a su perro al cuidado de una amiga y cuando regresó esta última no quiso devolverle al animal. La denunciada alegó que se lo habían regalado.

Imagen ilustración

Este malentendido se convirtió en una causa judicial. Cuando la mujer retornó al país se le devolvió el perro pero la disputa abrió su capítulo judicial entre marzo y abril de 2022, porque la dueña denunció, que una tarde dejó que el animal saliera de paseo con una persona familiar de quien lo había cuidado en su ausencia y desde ese momento, no le devolvieron la mascota en el horario acordado. Días después, hubo un altercado callejero, que incluyó un tironeo del perro entre ambas mujeres.

Fue entonces que se presentó la denuncia penal por “defraudación por retención indebida”, a raíz de no haber “restituido a su debido tiempo” al can, pese a intimaciones informales y por carta documento. La mascota volvió con la denunciante un mes más tarde, pero la causa en el fuero criminal siguió su curso. En diciembre pasado los imputados resultaron sobreseídos por falta de dolo. Esta sentencia de primera instancia fue apelada por la querellante y ahora quedó confirmada.

¿Inexistencia del delito?

La dueña del animal sostuvo que le dio el perro “para que lo cuiden hasta que pudiera trasladarlo definitivamente a su nueva residencia en el extranjero”, explica el fallo. “No puede perderse de vista que no suscribieron ningún documento formal o informal, lo cual impide conocer con exactitud los detalles que rodearon la entrega de (…), si era por un plazo determinado y en su caso las formas en que tal devolución debía materializarse o, por el contrario, si era permanente para que lo adopte”, remarcó la sentencia del Tribunal de Apelaciones.

En su defensa, la denunciada siempre sostuvo que tanto ella como sus familiares interpretaron que la entrega del perro se trató de un regalo de su entonces amiga, a quien conocía desde la escuela secundaria, porque el país de destino no permitía “el ingreso de esa raza” y “no podía llevarlo consigo”.

Tampoco surge que durante el tiempo en que el perro estuvo con la imputada entre 2021 y 2022, la viajera “haya realizado actos concretos que exterioricen su voluntad de continuar ejerciendo su calidad de ‘dueña’, por ejemplo, pagándoles un canon por el alojamiento del perro en su casa, enviándole dinero para su manutención y cuidado, etcétera”

“Todos estos motivos, a los que se suma que tuvieron que afrontar los onerosos gastos que la crianza de una mascota demanda durante aproximadamente un año en el que estuvo a su cargo, son suficientes para que hayan creído que eran los actuales propietarios”, explicaron los jueces sobre los denunciados.

Además, manifestaron que hubo “inexistencia de un hecho delictivo que ingrese en la órbita del derecho penal en el que pueda juzgarse la intervención de los encausados, atendiendo a los principios de última ratio y lesividad”. “Solo se observa un conflicto de intereses que deberá ser resuelto en otro fuero”, concluyeron los magistrados al confirmar los sobreseimientos.

Con información de Karina Poritzker.



error: ¡Contenido protegido!