La emblemática Torre Eiffel, símbolo indiscutible de París y uno de los destinos turísticos más codiciados del mundo, cerró sus puertas esta semana debido a una huelga que dejó a los turistas con las ganas de conocer por dentro el histórico monumento.
Con un promedio de 7 millones de visitantes al año, este cierre repentino dejó perplejos a quienes esperaban admirar este símbolo de París. Los trabajadores de la Torre Eiffel tomaron la decisión de ir a la huelga en protesta por lo que consideran una gestión inadecuada del monumento.
Según el sitio web timeout.com, los sindicatos que representan a los trabajadores expresaron su preocupación por la subestimación de los costos de mantenimiento y la venta excesiva de boletos, lo que pone en riesgo la seguridad tanto de los visitantes como de los propios empleados.
Además, solicitaron un aumento salarial que refleje el aumento de los costos de los boletos y el mantenimiento.
El cierre comenzó el lunes 19 de febrero y se espera que continúe durante toda esta semana, dependiendo de la resolución de las negociaciones.
“Nuestra crítica a la dirección de la Torre Eiffel es que se niega a negociar (…) y que el modelo económico es desequilibrado y no ofrece garantías”, declaró ante los medios la secretaria general, Sophie Binet, en una manifestación con los trabajadores.
La renovación de la pintura del monumento, señaló, es una de las principales inquietudes y “no es poca cosa”, ya que necesita “varios años” y su costo se ha encarecido tras haberse encontrado plomo, que complica la operación. “La gestión del patrimonio no puede ser una gestión financiera a corto plazo”, afirmó Binet.