Durante los últimos tres meses, más de mil estudiantes iraníes, en su mayoría en edad escolar, han enfermado posiblemente por gases tóxicos.

Muchas pacientes reportan síntomas similares: problemas respiratorios, náuseas, mareos y fatiga.
El primer caso conocido se notificó en una escuela de la ciudad de Qom, donde 18 estudiantes cayeron enfermas y fueron trasladadas al hospital el 30 de noviembre del año pasado.
Desde entonces, al menos 58 escuelas en ocho provincias se han visto afectadas, según medios locales.
La mayoría de los casos han involucrado a niñas, tanto en escuelas primarias como secundarias, aunque ha habido algunos informes de niños y maestros afectados. Todos ellos informan que sientes olores nauseabundos, como a “pescado podrido”.
Los funcionarios del gobierno han dado razones contradictorias, y el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ordenó una investigación para encontrar la “causa raíz”.
Muchos en Irán creen que los estudiantes están siendo envenenados deliberadamente en un intento por cerrar las escuelas de niñas, que han sido uno de los centros de las protestas contra el gobierno desde septiembre.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas de marcado tono feminista, se quitaron los velos, gritaron “mujer, vida, libertad” e hicieron cortes de manga a retratos del líder supremo de Irán, Ali Khamenei, y el ayatolá Ruhollah Khomeini.