17.8 C
San Nicolás de los Arroyos
viernes, 26 julio, 2024

Edición N° 4849

“Pato” Rodríguez: “A la final la quería jugar sí o sí”

El jugador de Regatas reconoció que, debido a la lesión muscular que sufrió, “si hubiese sido un partido de fase regular quizás no arriesgaba”, pero al tratarse de la final del Prefederal ante Somisa eligió jugar, en consenso con el cuerpo técnico y los kinesiólogos. La apuesta le salió bien: con su aporte clave, el Náutico fue campeón.

La imagen del 17 de noviembre dolió a propios y extraños. La situación conmovió hasta el más parco o frío. Con bronca, tristeza e impotencia Patricio Rodríguez debió abandonar la cancha tras haberse resentido de una dolencia muscular que días antes lo había tenido a maltraer, impidiéndole entrenarse junto a sus compañeros inclusive. Mordiéndose los dientes y pareciendo contener las lágrimas, la angustia de “Pato” fue tanta que lo primero que le salió casi instintivamente fue patear una silla de plástico que estaba ubicada a un lado de la mesa de control en el estadio “La Ribera”, en donde Regatas afrontaba un partido durísimo ante San Martín de Junín en el inicio de la serie de semifinales del Prefederal de Básquet. Ya sin su capitán y emblema, el Náutico terminó ganando esa noche. Y también se impondría por 2 a 1 en el cruce, para convertirse en finalista y alcanzar una de las dos plazas en jugo para la Liga Federal 2024, pese a haber perdido en el camino ante los juninenses su invicto en el torneo de la Región CAB 1. Tampoco Rodríguez pudo estar en el comienzo de la definición contra Somisa. Sin embargo, dieciséis después de la lesión que más que un músculo le lastimó el alma, el alero volvió a jugar, convirtiéndose –como era de esperarse- en pieza clave en el triunfo de los suyos en el “Socios Fundadores” por 91 a 89, resultado que, tras el 72 a 70 del primer jugo, les permitió alcanzar el título.



“Si hubiese sido un partido de fase regular quizás no arriesgaba, pero a la final la quería jugar sí o sí”, confesó “Pato” al referirse a su presencia ante los somiseros. Luego, contó: “Antes del partido hablé con Patota (Pablo Dastugue), hablamos con el Profe, con los kinesiólogos, y entre todos decidimos en tratar de jugar. No garantizaba nada en cuanto al resultado que yo jugara, porque podía no pasar nada, pero arriesgamos. Hice la entrada en calor y después estaba en Pablo en ver si me quería usar o no”. “Yo me moría de ganas realmente –reconoció-, porque nunca la pasé tan mal como en los tres partidos que me perdí. Fueron unos nervios bárbaros, sobre todo en el primer partido de la final”. “Volver ahí era muy justo sobre la fecha del alta, era bastante riesgoso de jugar. Pero bueno, en el segundo iba a hacerlo de cualquier manera y si me tenía que romper me rompía”, señaló en relación al desgarro en la fascia del gemelo derecho, que según su mirada “no fue muy grande, pero fue en una zona bastante dolorosa”. “Pudo jugar, sin tener ningún problema, estando al 100% en bastante poco tiempo y todo es gracias al trabajo que hizo mucha gente a mí alrededor, por eso estoy súper agradecido con todos ellos”, destacó Rodríguez, quien, llegando desde el banco, frente a Somisa sumó 13 puntos (3-5 en triples y 4-4 en libres), 2 rebotes y una asistencia en 18 minutos. A su vez resaltó que “estaba con muchísimas ganas de jugar, aunque no sabía cómo se iba a dar todo”. “Si bien tengo muchos años en esto, estaba bastante ansioso, especialmente al saber a esta altura que yo soy alguien que si no entrena no juega bien –marcó- porque yo necesito el día a día para poder rendir de la mejor manera. Fui a jugar sin entrenar y me sentí un poco inseguro con eso, pero después con el correr de los minutos y jugando me fui sintiendo más cómodo y por suerte al final pude aportar mi granito de arena para que podamos salir campeones”. “Así logramos algo increíble para mí, para el club, para los chicos, para los hinchas, para todos. Estamos súper felices”, expresó el experimentado jugador que el 29 de este mes cumplirá 39 años (con 23 en el profesionalismo tras su debut en la Liga Nacional con Regatas en 2000).

En cuanto al nivel de Regatas en la competencia, Rodríguez analizó que fue “más que positivo”,  marcando que el plantel se renovó, que se fueron piezas importantes como Santiago López, Federico Repetti y Alejandro Mena y que llegaron Franco Zandomeni, Matías Rosas y Carlos Báez para ocupar esos lugares. En ese sentido, evaluó: “Logramos un rendimiento que la verdad fue impresionante, con muchos chicos nuevos que llegaron, entonces no sabíamos cómo nos íbamos a acoplar a un andamiaje y a un ritmo de juego distinto, porque las fichas que entran, que eran tres titulares, cambian mucho”. “Pero por suerte al toque le agarramos la mano, ellos a nosotros, y nosotros a ellos, además porque son unos pibazos todos los que vinieron, lo que hace todo mucho más fácil”, agregó el ex Ben Hur, Boca Juniors, Obras, Sionista de Paraná, Ciclista de Junín, Alianza de Viedma, Monte Hermoso, San Martín de Corrientes, Unión de Santa Fe, Lanús y Estudiantes de Olavarría.



Más tarde, Rodríguez comentó: “En el primer día nos propusimos primero clasificar al Federal y después tratar de hacer lo máximo, y lo que pasó fue que fuimos punteros durante todo el torneo, jugando un buen nivel de básquet, clasificamos al Federal y después fuimos por más”. “Sabíamos que iba a ser complicado, porque sabemos que Somisa es un rival duro y que juega bien, pero nosotros nunca bajamos los brazos, estábamos convencidos que íbamos a ganar nosotros y salimos a la cancha pensando eso, tanto en la primera final como en la segunda, y más allá de que quizás nosotros no jugamos del todo bien como lo veníamos haciendo, a la final se gana por uno y listo”, puntualizó.

Por último, “Pato” lamentó que “si bien siempre hay algún tonto, las cosas se pudieron desarrollar de la mejor manera después del partido”. “Pudimos cantar, festejar, recibir los premios  y después de mucho tiempo, el campeón pudo festejar en la cancha en donde se consagró, en definitiva, como debe ser”, concluyó Rodríguez, un campeón con mayúsculas.

error: ¡Contenido protegido!