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martes, 10 septiembre, 2024
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“Pipi”, la bailarina con síndrome de Down que despierta emociones

HISTORIA DE VIDA

Analía Susana Mansilla es una bailarina de folclore, de 38 años, con síndrome de Down. Desde hace 18 años forma parte del grupo de Danzas San Antonio. Su hermano mayor, Oscar Mansilla, y su cuñada, Viviana Quintero, son los profesores. Su pareja de baile es su padre, y los compañeros en esta pasión son jubilados y jubiladas.

Paula Robles
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Analía Mansilla, conocida como “Pipi”, desde sus 20 años baila folclore y lo hace con un talento tan innato que sorprende. “Baila con una dulzura y de una manera tan particular que pareciera que alguien la guía al oído”, cuenta su cuñada, Viviana. “Sostenemos que es así porque mientras baila, habla constantemente en voz baja”, agrega. En reiteradas oportunidades le han preguntado con quién conversa tanto, pero ella solo atina a taparse la cara y reírse tímidamente.

Sus compañeros de grupo remarcan que es una persona muy dulce, y que tiene un don que la hace una persona entrañable. Todos coinciden en que es muy cariñosa y amigable. “Es puro amor”, confiesan.

Hasta sus 18 años, Analía asistió a la Escuela 504 de nuestra ciudad y participo con ADIR en varios torneos para personas con discapacidad, obteniendo varias medallas y un premio PLUMI en lanzamiento. Así también, con el grupo de Danzas ha obtenido trofeos, medallas y distinciones.

Sus pasatiempos

Además del baile y de la música, Analía ama tejer. Este arte lo aprendió de manos de su madre, quien lamentablemente falleció hace tres años. Ahora, Analía junto con su cuñada Viviana disfrutan de la misma pasión. “Teje mejor que yo”, dijo su compañera de tejido, y agregó: “Combina los colores a la perfección y es súper detallista. Si algo no le gusta cómo queda, lo desarma y vuelve a empezar”.

Con total normalidad

Desde que “Pipi” empezó a bailar y a presentarse a los certámenes nunca la discriminaron. A raíz de ello, su cuñada comentó: “La miran con cara de asombro al ver cómo ejecuta toda la coreografía de memoria. Incluso, guía a su pareja de baile en toda la presentación”. Y sumó: “Nos han felicitado por ser un grupo inclusivo. Para nosotros nunca fue un desafío ni la consideramos como alguien incapaz, todo lo contrario. Con Pipi sumamos un gran potencial a nuestro grupo. Estamos muy orgullosos de ella”. Y siguió relatando: “Al último certamen que fuimos, en Concepción del Uruguay, ella recibió una felicitación especial y su hermano también por la gran labor como profesor”.

Los años de baile han hecho de “Pipi” una gran profesional y amante de la música tradicional argentina. En cada presentación que asiste genera admiración en los demás grupos folclóricos, como también los jurados. “Se desenvuelve con total normalidad. Saluda con respeto a los jueces y es la primera en ir a recibir los premios”, explica, orgullosa, su profesora y cuñada.

Dejando huellas por la Argentina

En 2016 el grupo de Danzas San Antonio comenzó a competir. Desde entonces han viajado por varias provincias de nuestro país. Se presentaron en distintas ciudades y localidades de Córdoba como Carlota, Quilino, Villa Dolores y Monte Maíz. Además, compitieron en Tandil y dentro de la provincia de Entre Ríos se presentaron en Rosario del Tala, Salto Argentino y Concepción del Uruguay. Ante esto, Viviana aclaró: “En todos los festivales trajimos premios, y siempre nos felicitan por la inclusión”.

En cuanto a “Pipi”, sus profesores aseguran que le gustan todas las danzas. Pero se destaca más en el estilo sureño, ya que es una danza muy delicada como ella.

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