El Gobierno británico anunció que empleará controvertidos tests óseos para verificar la edad de los inmigrantes ilegales que declaran ser menores de edad.
En ese sentido, el Parlamento del Reino Unido debatirá esta semana sobre una serie de medidas destinadas a detener la entrada ilegal de migrantes por mar mediante la denominada Ley de migración ilegal de 2023.
La importancia de esta evaluación radica en su potencial para prevenir que adultos se hagan pasar por menores y así acceder a beneficios no correspondientes, a la vez que se garantiza que los niños reciban la atención adecuada, indicó el ministerio en un comunicado.
Tras la aprobación de estas medidas por el Parlamento, se autorizará el uso de rayos X en evaluaciones de la edad, permitiendo que el Ministerio del Interior determine con mayor precisión la edad de aquellos que intentan ingresar al país sin papeles.
El ministro de Inmigración, Robert Jenrick, confirmó que “la implementación de las medidas contenidas en nuestra histórica Ley de migración ilegal marca un paso crucial hacia adelante en nuestra lucha contra la migración ilegal”.
La legislación recientemente firmada, del 11 de septiembre, permite el uso de “radiografías para determinar científicamente la edad”.
Además, introduce cambios para reforzar el proceso de toma de decisiones en el sistema de asilo, estipulando que ciertos factores, como la falta de documentos de identidad o la negativa a proporcionar información para acceder a un dispositivo electrónico, deben ser considerados al evaluar las solicitudes.
Dando continuidad a su firme compromiso de combatir la inmigración ilegal, el gobierno confirmó que en octubre iniciará consultas con autoridades locales y organizaciones especializadas.
Esta acción busca evaluar la capacidad del Reino Unido para recibir y asistir a quienes ingresen por vías legales y seguras.
Se espera que en enero se presente un informe que clarifique las rutas seguras y legales para la inmigración.