Con una ubicación geográfica casi central en el mapa nacional, la ciudad comenzó a establecerse como un punto llamativo para quienes realizan travesías a pedal, ya sea por deporte o turismo. “Es lindo llegar a esa hermosa iglesia, ver todo muy pintoresco. Me gustó San Nicolás”, aseguró Silvio, que este sábado recorrió 240 kilómetros para llegar a nuestra localidad.
De la redacción de EL NORTE
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Puede darse en contingentes o de manera solitaria, por deporte o para turistear, son variados los condicionantes que pueden advertirse, pero, claro está, andar en bicicleta es una práctica que se aprecia constantemente en nuestra ciudad.
Basta con recorrer los paseos naturales cercanos a los arroyos o acercarse al Santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás, quizás el atractivo más elegido entre los ciclistas. Inclusive de aquellos que gustan recorrer trayectos extensos y arriban en sus rodados desde otras partes del país.
“Muy linda experiencia, es la primera travesía tan larga que hago”, confiesa Silvio Geneux que el pasado sábado llegó desde San Miguel, un municipio a 270 kilómetros de distancia. En esa misma línea recuerda otro paso por suelo nicoleño hace siete años, y asegura: “Lo vi completamente distinto, muy lindo y con lugares mucho más modernos”.
Desde el sillín
Con su vestimenta especial, los anteojos para proteger la vista y el infaltable casco, de esta manera arribó Silvio junto a otros 34 aficionados. “Es un viaje con cuidado porque vas en la ruta, encima el día anterior la tormenta dejó varios charcos, pero disfrutamos una buena jornada de ciclismo”, detalló en diálogo con EL NORTE sobre esta travesía, y agregó: “Muchos autos y camiones nos saludaban incluso”. Asimismo, destacó la importancia de lo colectivo para estos desafíos: “Venir en grupo te hace muy bien a la cabeza porque vas charlando y se te pasa más rápido. Eso ayuda mucho porque hace que el recorrido se haga más llevadero”.
“Es lindo llegar a esa hermosa iglesia, ver todo muy pintoresco. Me gustó San Nicolás”, aseguró Geneux tras llegar con sus compañeros y tomarse una foto con el Santuario a sus espaldas. En esa línea dijo que aunque nuestra localidad ya es una cita fija en sus agendas, no es el único atractivo religioso que los llevará a otro desafío. “A fines de febrero vamos a ir a Corrientes para visitar la Virgen de Itatí”, contó sobre un recorrido de al menos cuatro días para llegar.
Respecto al periplo desde la zona oeste del conurbano bonaerense hasta el suelo nicoleño, el mismo contempló siete horas de duración, dos paradas para recomponer energías –Zárate y Ramallo– y un trabajo regenerativo al día siguiente. A todo esto también hay que agregarle la logística que conlleva la asistencia, dado que a la par de los ciclistas viajaban familiares o amigos para cualquier eventualidad y en otros casos concretar el retorno a casa. En este particular, el entrevistado se llevó un regalo especial. “Como papá no puedo pedir más nada, al llegar estaban mi mujer, mis dos hijas y un amigo que nos acompañó. Es una emoción enorme que me alegra el alma, solo me queda agradecer por disfrutar de mi pasión por el ciclismo con mi familia”, confesó.
Comunidad
Uno de los gratos momentos que trae el deporte es la posibilidad de compartirlo y tejer vínculos con otras personas apasionadas. En este apartado, el Club Ciclista San Nicolás jugó un rol importante. “Los recibimos para que pueda ducharse y les ofrecemos comida, como ravioles a la boloñesa o pollo a la parrilla”, relató a este medio Manuel Coronel, presidente de la institución. Cabe destacar que este tipo de servicio –además de ser un acto de camaradería– representa un ingreso económico que ayuda al sustento de la entidad deportiva que este 2023 cumplió 29 años. “Hace años que recibimos este tipo de contingentes que vienen a rendirle homenaje a la Virgen. Se empieza a dar más en esta época con un clima más propicio”, añadió.
Diamante en bruto
“San Nicolás es una plaza muy buena sin explotar”, analizó Coronel. Si bien el crecimiento de esta práctica es notorio y las visitas de los fanáticos de otras latitudes son recurrentes, aún queda mucho por avanzar. “Hace falta un evento que convoque en masa a los ciclistas foráneos, hay muchos grupos sueltos, pero cuesta que se junten”, manifestó el directivo.
“Los eventos deportivos son los que más rápido mueven el turismo. En otras ciudades como Ramallo y Arrecifes se hacen carreras que son clásicas y van miles de personas. San Nicolás tiene lugares como el autódromo para este tipo de eventos o muchos sitios para fomentar más el cicloturismo, pero todavía no logramos aprovecharlos”, sentenció el nicoleño.