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San Nicolás de los Arroyos
jueves, 23 marzo, 2023

Edición N° 4361

“SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS”

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo (Lc 2,16-21)

*Por monseñor Hugo Santiago, Obispo de la Diócesis de San Nicolás



  “Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del Señor, y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que lo escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le habían sido dado por el Ángel antes de su concepción”. Palabra del Señor. 

La Virgen Madre de Dios y madre nuestra

 Este niño que con tanta sencillez nace en un pesebre es el que nos mostrará el Evangelio unos años después, proclamando la Buena Noticia de que el Reino de Dios ha llegado, curando a los enfermos, multiplicando los panes milagrosamente, resucitando a su amigo Lázaro, y finalmente, muriendo en la cruz y resucitando al tercer día para el perdón de los pecados, apareciendo a los apóstoles, mostrándoles las cicatrices de los clavos y de la lanza que traspasó su costado, como prueba de que, era Él mismo y estaba vivo después de la muerte. María es Madre de este Jesús hijo de Dios, por eso la Iglesia la celebra como Madre de Dios, y no simplemente como la madre de un ser humano más. Por eso los cristianos acudimos a María para que como Madre de Jesús, el Hijo de Dios, nos alcance los favores que necesitamos. Somos como esos niños que quieren pedirle algo a su papá, pero le piden a la mamá que interceda, que prepare el camino para que papá responda positivamente. Así lo cristianos acudimos a nuestra madre cuando necesitamos que Dios nos cure de una enfermedad que nos preocupa, nos consiga trabajo, nos ayude a reconciliarnos entre nosotros. 

Jesús: camino para la paz…

  El texto evangélico dice en un trozo: “Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que lo escuchaban quedaban admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón”. Lo que habían dicho los pastores es que había un coro de Ángeles que, con motivo del nacimiento de Jesús en Belén, cantaban: “Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que ama el Señor”. En otras palabras, los Ángeles les anuncian a los pastores que el que ha nacido es el hijo de Dios hecho hombre y es el que trae la paz a la tierra. Por eso hoy la Iglesia celebra a la Virgen María como Madre de Dios y también celebra la Jornada mundial de la paz. 

…Ante una guerra mundial “por partes”

    Porque los pastores cantan “paz en la tierra”, la Iglesia celebra hoy la jornada mundial de la paz en este nuestro mundo, tan marcado por el conflicto. En efecto, el Papa Francisco, mirando los diversos conflictos bélicos que se desarrollan en distintos lugares del planeta -Myanmar, Afganistán, Siria, Palestina-, entre los que sobresale la guerra de Ucrania, generadores todos de muerte e inmigración forzosa, ha dicho que tenemos una “guerra mundial por partes” y por eso, insistentemente nos ha pedido que recemos por la paz. Sin ir más lejos, en nuestro país preocupa el aumento de la violencia familiar, donde muchas mujeres son golpeadas y asesinadas, de modo que llevan una justa protesta llamada: “ni una menos”. La Comisión Ejecutiva del Episcopado Argentino, ante la confrontación entre los poderes del Estado, ha pedido “respetar la institucionalidad” ¿Qué nos pasa?  Nos falta un mayor contacto con el Dios de la paz; por la oración, tenemos que dejar entrar a Jesús en nuestros hogares, nuestras escuelas, nuestra patria, nuestro mundo. El es el Dios de la paz, de la reconciliación, del entendimiento, de la convivencia en paz. Buena jornada.

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