Será el miércoles próximo, un día antes de la audiencia a la que el gremio y los empresarios fueron convocados por la secretaría de Trabajo. La manifestación contará con el apoyo de otros gremios que integran la CGT. Allí se anunciarían medidas de fuerza, ante la negativa de las compañías a otorgar un incremento salarial que –al menos- emparde el índice inflacionario.
De la redacción de EL NORTE
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La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) se movilizará el miércoles próximo hasta las Torres Catalinas ubicadas en el barrio porteño de Retiro, donde se encuentran las oficinas del Grupo Techint, en lo que marcará el inicio de un plan de acciones de protesta ante la negativa de los empresarios de la Cámara Argentina del Acero (CAA) a celebrar un acuerdo salarial para la rama 21 (siderúrgicos) que no implique la pérdida del poder adquisitivo para los trabajadores del sector.
Ese mismo día, la organización conducida por Abel Furlán y Naldo Brunelli anunciaría medidas de fuerza en las plantas de producción de acero, tal como ocurriera durante el mes de marzo.
En la audiencia que tuviera lugar el miércoles de esta semana, la UOM presentó el rechazo a la propuesta de actualización salarial que había presentado la CAA, tal como resultara del plebiscito vinculante que tuviera lugar en las plantas siderúrgicas.
Los empresarios no mejoraron la oferta, con lo cual el encuentro se cerró sin acuerdo y con la advertencia de dirigentes de la UOM San Nicolás de que se evaluarían las medidas a tomar. Ese el plan de acciones ya tiene un punto de partida, aunque las medidas escalarían con el correr Esta semana, la secretaría de Trabajo convocó a las partes para el próximo jueves 30. En el gremio no hay grandes expectativas, y ello se funda en un argumento sólido: la negociación de actualización salarial para siderúrgicos comenzó en diciembre pasado. Desde entonces, se celebraron innumerables audiencias, las cuales no alcanzaron para llegar a un entendimiento.
La última oferta que puso la CAA sobre la mesa es un incremento del 273,1% anual, cuando la inflación llega al 287,5%. Esto fue rechazado por el 58% de los trabajadores que participaron del plebiscito.