Fue en el marco de la Misa del Gallo tradicional ceremonia en el Vaticano. El Sumo Pontífice debió presidir la homilía sentado a un lado del altar.

“En esta Navidad, como le sucedió a Jesús , una humanidad insaciable de dinero, poder y placer tampoco le hace sitio a los más pequeños, a tantos niños por nacer, a los pobres, a los olvidados. Pienso sobre todo en los niños devorados por las guerras, la pobreza y la injusticia”, expresó el Papa Francisco desde el Vaticano.
Hoy se llevo a cabo la tradicional Misa de Gallo, en la víspera de la Nochebuena. Si bien presidió la tradicional ceremonia, el sumo pontífice permaneció sentado a un lado del altar por sus problemas de rodilla y fue el cardenal Giovanni Battista Re el encargado de celebrar la eucaristía.
El papa leyó sentado su homilía y explico las tres palabras que dijo puede inspirar el pesebre: “La cercanía, la pobreza y lo concreto”.
Respecto a la cercanía, el papa afirmó “que el pesebre sirve para llevar la comida cerca de la boca y consumirla más rápido” y que “puede así simbolizar un aspecto de la humanidad: la voracidad en el consumir”.
“Porque, mientras los animales en el establo consumen la comida, los hombres en el mundo, hambrientos de poder y de dinero, devoran de igual modo a sus vecinos, a sus hermanos” dijo Francisco que añadió: “¡Cuántas guerras! Y en tantos lugares, todavía hoy, la dignidad y la libertad se pisotean. Y las principales víctimas de la voracidad humana siempre son los frágiles, los débiles”.
Jorge Bergoglio volverá mañana a asomarse al balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano, igual que cuando fue elegido papa en 2013, para leer su mensaje de Navidad e impartir la tradicional bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo).