El lanzamiento la semana pasada de un generador de imágenes de inteligencia artificial llamado Text Image AIcausó una suerte de percepción negativa en el mercado, ya que resultó ser un desastre
Alphabet, la empresa matriz de Google, enfrentó históricamente preocupaciones en Wall Street sobre sus esfuerzos en inteligencia artificial, pero consigue recuperarse de episodios pasados.
Sin embargo, la más reciente reacción negativa se centra en una herramienta de generación de imágenes, retirada posteriormente, que genera inquietudes en el mercado.
En particular, Wall Street está actualmente inquieto por las repercusiones de una función de generación de imágenes dentro del chatbot Gemini, la cual recibió críticas por crear imágenes que a veces eran racialmente insensibles.
Incluso un ejecutivo de Google reconoció que estas imágenes eran “inexactas o incluso ofensivas”.
No obstante, este martes, las acciones del gigante tecnológico mostraron una recuperación del 0,9% tras desplomarse 4,5% en el after market del lunes, lo que llevó a los analistas a emitir una advertencia sobre la dirección de la inteligencia artificial de Google, reiterando su recomendación de mantener (Hold) las acciones.
Para los analistas resulta esencial destaca los errores recientes de Alphabet en inteligencia artificial, sugiriendo que podrían afectar la percepción de Google como una fuente confiable en este campo.
Aunque algunos mantienen su objetivo de mantener las acciones con un precio objetivo de u$s1640, señala que Alphabet podría enfrentar interrupciones en un espacio donde otras siete compañías líderes están superándolos en optimización de márgenes, crecimiento e ingresos recurrentes.
Google: qué hay detrás del error de Alphabet
El lanzamiento la semana pasada de un generador de imágenes de inteligencia artificial llamado Text Image AI contribuyó a la percepción negativa, ya que resultó ser un desastre. Los analistas sugieren alternativas a la búsqueda de Google, como la solución de Perplexity AI y un nuevo producto de búsqueda de OpenAI.
Este panorama plantea interrogantes sobre la confiabilidad de Google en el ámbito de la inteligencia artificial y la posibilidad de que la empresa pierda terreno frente a la competencia.
La preocupación generalizada entre analistas e inversores sugiere una creciente percepción de que Alphabet no está avanzando tan rápidamente como algunos de sus competidores en el ámbito de la inteligencia artificial.