Las mutaciones genéticas en mascotas es algo más frecuente de lo que uno se piensa. Al igual que los seres humanos, los perros, los gatos y cualquier otro animal pueden sufrir alguna alteración en sus cuerpos que pueden afectar a su tamaño, extremidades, colas u orejas, por poner un ejemplo.

Este tipo de malformaciones hacen que estas mascotas no encuentren familias que quieran adoptarlas, ya que a la gente le cuesta hacerse cargo de animales de estas características, por lo que suelen pasar años e incluso su vida en refugios o centros de acogida.
Las mutaciones genéticas en mascotas es algo más frecuente de lo que uno se piensa. Al igual que los seres humanos, los perros, los gatos y cualquier otro animal pueden sufrir alguna alteración en sus cuerpos que pueden afectar a su tamaño, extremidades, colas u orejas, por poner un ejemplo.