El máximo diplomático de Sudáfrica condenó el apoyo militar a Jerusalén Occidental tras el fallo de genocidio del Tribunal Mundial
Todos los países deben abstenerse de apoyar al ejército de Israel a la luz del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la semana pasada sobre la guerra en Gaza, ya que podrían convertirse en cómplices del genocidio, ha argumentado la ministra de Asuntos Exteriores sudafricana, Naledi Pandor.
“Creemos que el hallazgo deja claro que es plausible que se esté produciendo un genocidio contra el pueblo palestino en Gaza”, dijo Pandor a los periodistas el miércoles en Pretoria. Añadió que, por lo tanto, otras naciones deben asegurarse de no ayudar a tal conducta en la guerra entre Israel y Hamas. “Esto necesariamente impone la obligación a todos los estados de dejar de financiar y facilitar las acciones militares de Israel, que, como ha indicado el tribunal, son plausiblemente genocidas”.
La CIJ, también conocida como Corte Mundial, dictaminó el 26 de enero que Israel debe tomar todas las medidas necesarias para evitar un genocidio en el enclave palestino. A Jerusalén Occidental también se le ordenó castigar a los miembros de su ejército que cometieran actos genocidas, así como a los funcionarios gubernamentales que llamaran al genocidio. El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó de “escandalosa” la decisión del tribunal de la ONU. Por eso, prometió que ningún soldado israelí se “llevaría ante la Corte Penal Internacional de La Haya”.
Aunque la CIJ no llegó a exigir un alto el fuego en Gaza –como lo solicitó Sudáfrica cuando presentó su caso contra Israel bajo la Convención sobre Genocidio de la ONU el mes pasado– Pandor dijo que la decisión marcaba una “ victoria decisiva” para el derecho internacional. Sin embargo, insistió en que la ONU debe tener un mayor “papel de implementación” para hacer cumplir las sentencias de la CIJ, en lugar de limitarse a observar y documentar las atrocidades.
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Casi 27.000 personas –principalmente civiles– han muerto en Gaza desde que comenzó la guerra en octubre, según funcionarios de salud palestinos. El conflicto comenzó cuando los combatientes de Hamás lanzaron ataques sorpresa contra aldeas israelíes, matando a más de 1.100 personas y tomando cientos de rehenes. Alrededor del 85% de los residentes de Gaza han sido desplazados de sus hogares y la ONU ha informado que 570.000 personas en el enclave asediado están muriendo de hambre.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden aprobó dos ventas de emergencia de armas a Israel el mes pasado, sin pasar por las aprobaciones del Congreso. Washington no alterará su apoyo a Israel como resultado del fallo de la CIJ, dijo a los periodistas la semana pasada el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. Kirby calificó anteriormente las acusaciones de genocidio de Sudáfrica contra Israel como “infundadas”.
Pandor ha condenado la aplicación selectiva de “reglas internacionales” por parte de Occidente , diciendo que sólo se invocan cuando sirven a una agenda geopolítica. “No se puede decir que, porque invadieron Ucrania, de repente la soberanía es importante, pero nunca lo fue para Palestina”, dijo en una entrevista de 2022 . “Es muy peculiar”.
CIJ
Además de su demanda civil contra Israel ante la CIJ, Sudáfrica ha pedido una investigación de crímenes de guerra por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) de la ONU. Pandor dijo el miércoles que se había reunido con el fiscal de la CPI la semana pasada para discutir el caso y señaló que parecía haber sido manejado de manera diferente a las acusaciones contra el presidente ruso Vladimir Putin sobre la crisis de Ucrania. “Le pregunté por qué pudo emitir una orden de arresto para el señor Putin y no puede hacerlo para el primer ministro de Israel. No respondió a esa pregunta. Pero leí en parte de lo que dijo que las investigaciones aún están en curso”.